Mi nombre es Alia, mujer, emprendedora, madre de 2 adolescentes y esposa; y te voy a contar un poquito acerca de mí.

Desde chica siempre pensé que había algo más, algo más allá de lo que podía ver, algo que no podía explicar.  He tenido vivencias que llevarían a hacerme las mismas preguntas una y otra vez: ¿Sólo somos esto que vemos? ¿Somos lo que hacemos? ¿El mundo es así? ¿Será que estamos solos en un universo tan extenso? 

Siempre tuve la sensación de que algo más allá existía, algún tipo de energía, algo que hacía que todo estuviera relacionado, conectado, pero no me satisfacía la explicación que le daban las religiones mas conocidas. Así que decidí buscar mis respuestas en la ciencia.

La ciencia es algo impresionante, ¡es tan compleja y hermosa!, pero tampoco logra responder todos los interrogantes que se presentan más allá de los sentidos.

Estudie el profesorado de Educación Física porque sentí que era la profesión que combinaba mi pasión por el deporte, la enseñanza, la ciencia y la salud. Por esos tiempos todo para mí se basaba en el cuerpo físico, su funcionamiento, su salud y enfermedad. Pero algo me faltaba, algo siempre faltaba para cerrar el circulo y hacerlo perfecto dándole un sentido. Al trabajar con chicos con capacidades diferentes, me di cuenta de que no alcanzaban la medicina y la rehabilitación corporal, era necesario ayudar a sanar desde otro lugar, era necesario otro tipo de ayuda para el paciente y para la familia por supuesto.

Y apareció ella…la gran duda existencial. Otra vez me comencé a hacer preguntas como, ¿ Qué vine a hacer a este mundo?, ¿Cuál es mi propósito?, comencé a vivir inseguridades sobre lo que hacía, mi vocación, etc.  

Hasta que un día, sin pensarlo demasiado, sin razón alguna, tal vez el detonante pudo haber sido el stress del momento por la acumulación de dudas y miedos, que de golpe sentí “el llamado” y comencé a sumergirme en este mundo de búsqueda interior y sanación emocional hasta hacerlo parte de mi día a día. El mundo de lo holístico, lo oculto, lo misterioso y espiritual fueron dándole sentido a mis interrogantes, y así también a mi vida.

Descubrí que, al sanarme emocionalmente, mis dolores físicos y bloqueos mentales iban desapareciendo poco a poco y eso renovó mis energías y me encontré en un lugar más feliz y entendí que el mundo no es como es, sino como lo vemos nosotros, como lo construimos nosotros con nuestras acciones.

En la actualidad, después de mucho tiempo leyendo, estudiando y practicando dentro del círculo íntimo y de allegados, sentí que ya era el momento de transmitir a los demás lo que fui aprendiendo para ayudar a otras personas que también desean encontrar su lugar en el mundo, que necesitan sanar y obtener respuestas como me paso a mí. 

Fue así como nació este proyecto, Anam Cara, un espacio enfocado en encontrar respuestas, un espacio para lograr el bienestar físico, mental, emocional y espiritual; por eso lo denominé Espacio Holístico Integral, porque concibo a la persona como un todo y en armonía con el universo, veo a las personas desde lo que son como personas, sin importar su género, ni religión ni geografía. El ser humano es un SER, y todos estamos conectados a la misma esencia.